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Dificultades Motoras

Concepto

         Por deficiencia motora entendemos aquella que abarca todas las alteraciones o deficiencias orgánicas del aparato motor o de su funcionamiento, que afectan al sistema óseo, articulaciones, nervios y/o músculos.

 

Las personas afectadas por ellas presentan una clara desventaja en su aparato locomotor, determinado por limitaciones posturales, de desplazamiento, coordinación y manipulación, pudiendo integrar dos o más de éstas. Pueden ir acompañadas de alteraciones sensoriales, perceptivas, de lenguaje y, en un porcentaje alto, conservan su capacidad intelectual.

 

         A nivel educativo,

es preciso centrarse en la capacidad de aprendizaje, ya que estas dificultades presentan problemas en la intervención diferentes en cada persona.

 

Causas

 

En general, se puede establecer la siguiente clasificación de las causas:

 

1. Lesiones del sistema nervioso central: Ya sean a nivel cerebral o medular (parálisis cerebral, poliomielitis, hemiplejia y espina bífida).

 

2. Lesiones del sistema nervioso perifé-rico: Generalmente, debidas a afecciones producidas durante el parto. Impiden realizar los movimientos que suponen control voluntario (parálisis cerebral, etc.).

 

3. Lesiones por traumatismos: Accidentes en sus diferentes grados de afectación (parálisis cerebral, parálisis de extremidades, etc.).

 

4. Malformaciones congénitas: Producidas en el período de gestación (parálisis cerebral, etc.).

 

5. Trastornos psicomotores: Debidos generalmente a perturbaciones tónico–emocionales precoces, hábitos y descargas motrices en la evolución (arritmias, balanceo de la cabeza, debilidad motriz, inestabilidad motriz y otras).

 

El diagnóstico temprano es necesario para elaborar y diseñar los programas de intervención acordes a las necesidades del sujeto, lo antes posible.

Espina bífida

 

            Es una anomalía congénita de la columna vertebral que consiste en que el canal vertebral no cierra, con el riesgo de dañar la médula. Afecta al 3% de la población infantil, con más incidencia en las niñas. Las causas no se conocen bien, puede ser por factores genéticos, radiaciones, alimentos contaminados, etc.

 

            Según su localización y el tipo de lesión, puede producir paraplejia, perdida de sensación cutánea, incontinencia vesical o intestinal, infecciones renales e hidrocefalia.

 

Según la forma en la que se vea afectada la médula, el tipo y su localización, pueden ser:

 

1. Espina bífida abierta: El canal nemoral está directamente expuesto al exterior y los arcos vertebrales y la piel no se desarrollan correctamente.

 

2. Mielomeningocele: Un segmento de la médula malformado desarrolla una hernia dorsal.

 

3. Meningocele: Igual que el anterior caso, pero la bolsa no contiene las células nerviosas.

 

4. Espina tumoral: La hernia está constituida por un tumor.

 

5. Espina bífida oculta: Ausencia de fusión entre una o más vértebras y no suele entrañar signo motor clínico.

 

Según la localización y el tipo, se determina el grado de parálisis y su extensión. Cuando se localiza en el cráneo, presenta cierta espasticidad y suele ir acompañada de lesión cerebral.

 

Asimismo, los niños con espìna bífida desarrollan mayor capacidad verbal, trastornos en la percepción visomotora, disminución del control manual fino y precocidad superficial en el lenguaje.

 

Tener espina bífida también influye en el aprendizaje, por lo que hay que partir de un diagnóstico precoz que clarifique la situación del niño y sus necesidades. En el colegio se les puede enseñar a controlar la incontinencia de la vejiga y el intestino.

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Parálisis cerebral

        

            La parálisis cerebral abarca varios trastornos específicos que se caracterizan por una lesión en los centros motores del encéfalo y se manifiestan por pérdida del control motor. Tiene carácter no progresivo y se ha producido antes del desarrollo completo del SNC. Los tres síndromes motores: piramidal, extrapiramidal y cerebeloso, son los determinantes de un tipo u otro de parálisis.

 

Entre otras causas de la parálisis cerebral, se pueden señalar las siguientes:

 

1. Prenatales (35% de los casos): La lesión se ocasiona durante el embarazo y puede influir las condiciones desfavorables de la madre en la gestación. Si se produce antes de los 4 meses de gestación se denomina embriopatía y, si es en los restantes, fetopatía.

 

2. Perinatales (55% de los casos): La lesión ocurre durante el parto y puede ser por anoxia, asfixia, traumatismos por fórceps y, en general, todo lo que produzca sufrimiento al niño.

 

3. Postnatales (10% de los casos): La lesión se produce por enfermedades después del parto. Puede ser debida a infecciones, traumatismos craneales, accidentes vasculares, etc.

 

Generalmente, concurre más de una causa en un mismo sujeto.

 

Se pueden stablecer dos clasificaciones, basándonos en:

 

1. Los efectos funcionales (según donde se localice la lesión cerebral se clasifican en):

 

a) Espásticos: Lesión localizada en el haz piramidal. Síntomas: hipertonía, hiperreflexión, hiperextensión, clonus, etc.

 

b) Atetósicos: Lesión localizada en el haz extrapiramidal. Síntomas: actitud extrema entre la hiperextensión y de flexión provocando fatiga. Desaparece durante el sueño.

 

c) Atáxicos: Lesión localizada en el cerebelo. Síntomas: inestabilidad durante la marcha e incoordinación de los manos y los ojos.

 

d) Formas mixtas: Combinación de las anteriores.

 

2. La topografía corporal (según la parte afectada del cuerpo. Sólo se aplica a espásticos, puesto que los atetósicos tienen afectadas las cuatro extremidades):

 

a) Monoplejia: Afecta sólo a una extremidad.

b) Diplejia: Cuando están más afectadas las piernas que los brazos.

 

c) Tetraplejia: Afecta a las cuatro extremidades.

 

d) Paraplejia: Afecta sólo a las piernas.

Intervención

 

El plan de intervención en las dificultades motoras se centrará en las siguientes áreas:

 

1. Comunicación y lenguaje: Es posible encontrar alumnos que muestren un nivel de comprensión del lenguaje hablado, pero que carezcan de un nivel adecuado de comprensión. Estos alumnos, en los que la capacidad manipulativa está a menudo limitada, tienen dificultades para participar en las actividades académicas, a las cuales podrían tener acceso por su buen nivel intelectual. Esto puede producir una infravaloración de la capacidad intelectual del alumno y determinar un rendimiento real bajo, que comporta con frecuencia una escolarización inadecuada.

 

2. Como técnicas más utilizadas de intervención podemos señalar: La Técnica Tardiev, que desarrolla tres niveles de actuación (reeducación de los trastornos motores del habla unidos a la lesión cerebral, reeducación logopédica y reeducación del vocabulario y la semántica) y la Técnica de Bobath (control del funcionamiento de la boca, reeducación de los trastornos motores del habla mediante la reeducación de la respiración, voz y movimientos bucoarticulatorios y la reeducación del vocablo y la semántica).

 

3. Movilidad y autonomía personal: La dificultad de controlar los movimientos conlleva unas posibilidades limitadas de explorar, manipular e intercambiar experiencias con objetos y personas del entorno. La intervención deber ir encaminada a facilitar el acceso físico del alumno al contexto educativo, teniendo como objetivo último ofrecerle el mayor nivel de autonomía en sus actuaciones.

 

Hay que tener en cuenta que la intervención motriz no debe concebirse en sesiones programadas y sistematizadas en un determinado momento. Ésta ha de ser flexible y adaptada a las necesidades de los alumnos, de la familia y del propio centro. La labor de los profesionales de los equipos de orientación educativa será esencial, puesto que aportan recursos humanos y materiales que posiblemente no estén a disposición en los centros educativos.

 

1. Motivación: La incapacidad de influir de forma eficaz sobre el niño, los acontecimientos y las personas del entorno, conlleva que en la mayor parte de las experiencias de ellos estén fuera de control, a causa de su incapacidad física para producir las respuestas operantes voluntarias que podrían controlarlas.

 

2. Desarrollo intelectual: El niño con deficiencia motora no tiene porqué tener afectada su capacidad cognitiva, por los que la intervención con él irá dirigida a ejercitar habilidades que pueda desarrollar tanto en el aula/centro, como fuera de estos y, siempre, en colaboración con la familia.

 

3. Socialización: En este campo lo esencial es destacar la importancia del lenguaje como medio de comunicación, estimulando aquellas destrezas y habilidades que supongan ayuda al niño y, así, conseguir hábitos encaminados a lograr su adaptación al entorno y una mayor autonomía. Los padres deben colaborar muy estrechamente en la socialización de su hijo, evitando situaciones como la sobreprotección, culpabilidad, negación de la realidad, ansiedad, hostilidad e incluso vergüenza.

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